Netiquetas : las formas de comunicarnos en la web




Hablar de Netiquetas con los pibes en el aula es hablar de las nuevas formas que acontecen en la comunicación a través de redes sociales o mails, integrar estos temas con las dificultades que se presentan desde las dinámicas de relación en facebook o twitter parecen nuevas prioridades a tener presentes en el aula, cuestiones que deberían ser incluidas en los contratos de convivencia escolar , ya que la virtualidad es un nuevo espacio de trabajo escolar. 

Netiquette (o netiqueta en su versión castellana) es una palabra derivada del francés étiquette y del inglés net (red) o network y vendría a designar el conjunto de reglas que regulan el comportamiento de un usuario en un grupo de noticias (newsgroup en inglés), una lista de correo, un foro de discusiones o al usar el correo electrónico. Por extensión, se utiliza también para referirse al conjunto de normas de comportamiento general en Internet. La Netiqueta no es más que una adaptación de las reglas de etiqueta del mundo real a las tecnologías y el ambiente virtual.

El decálogo de la Netiqueta
Aunque a lo largo de la historia se han escrito muchos manuales de netiqueta, suele considerarse el libro “NETiquette” de Virginia Shea la versión definitiva de estas reglas; el libro se publicó en 1994 y contiene 10 reglas básicas de comportamiento en la red.

Las reglas son las siguientes:

Regla 1: Nunca olvide que la persona que lee el mensaje es en efecto humana con sentimientos que pueden ser lastimados.
Regla 2: Adhiérase a los mismos estándares de comportamiento en línea que usted sigue en la vida real.
Regla 3: Muestre el lado bueno de su persona mientras se mantenga en línea.
Regla 4: Comparta su conocimiento con la comunidad.
Regla 5: Ayude a mantener los debates en un ambiente sano y educativo.
Regla 6: Respete la privacidad de terceras personas.
Regla 7: Perdone los errores ajenos.
Regla 8: No abuse de sus poderes.
Regla 9: Respete la privacidad de terceras personas.
Regla 10: No escriba todo en mayúsculas, pues se interpreta como GRITAR. Además dificulta la lectura, dado que el ojo humano está hecho para reconocer las palabras por sus diferentes alturas, quedando éstas anuladas en los bloques de mayúsculas sostenidas.